Retrospectiva Viñarock III: De uno a tres días
(2002-2004)
74 artistas confirmaron su asistencia a la edición de 2002,
la más alta hasta entonces. La clásica fiesta de presentación era sustituida
por un día más de festival a pleno rendimiento, alargándose durante todo un fin
de semana en viernes y sábado. Respetando la clásica fecha de los comienzos,
aquel 26 de abril se congregaron cerca de 40.000 personas en la localidad,
doblando la capacidad de la ciudad y creando por primera vez el “mar de
plástico” que acompaña cada edición del festival. En lo artístico, Celtas
Cortos, Barricada, Marea, O`Funkillo o Fito & Fitipaldis pusieron la
música.
A pesar del éxito, no era suficiente. Por eso, en 2003 el
festival se alarga por primera vez a tres días, creando por primera vez (y
única a la postre) una fiesta de apertura en el Gran Teatro de Villarrobledo en
acústico, con la actuación de Pereza, y aprovechando también el factor del día
festivo que supone el 1 de mayo. Pasaba el festival a ocupar un puente en vez de
un fin de semana, para poder así alargarse más días y a la vez facilitar el
desplazamiento de los asistentes. La llegada del euro hacía que aquella entrada
costase 35 euros.
Siempre buscando la mayor diversificación posible, se
dispusieron numerosos ambientes extras: carpas de chill out y de música
electrónica. El festival empezaba así a asumir un problema importante: no podía
ir a más. Ni por días, ni en superficie, ni en presupuesto: se estaba llegando
prácticamente al tope a pesar de que el festival generaba en aquellos años más
de diez millones de euros de beneficio.
2004 repitió fórmula cambiando únicamente el hecho de crear
una fiesta de despedida el último día. Conservando cuatro escenarios, otros
ambientes y el mismo público, el único problema que planteaba el evento era la
climatología. Desde años de temperaturas de 30 ºC a otros con conciertos
suspendidos por la lluvia, el tiempo en la llanura manchega en esos meses
resulta extremo y creaba el mayor inconveniente para que mucha más gente asistiera.
No obstante el hecho de ser el primer gran festival de música del país del año
por fecha resultaba un hándicap que en el futuro otros festivales tratarían de adueñarse
(con irregulares resultados).
Durante la época de mayor apogeo del evento, se retransmitía
en directo por Radio 3 para toda España, e incluso varias radios creaban
programación especial paralela. No faltaban medios especializados y en el
ambiente musical, Villarrobledo era el centro del país.
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